El 11 de julio de 2010, la selección española de fútbol tocó el cielo. La conquista de la Copa del Mundo (que no es una Copa) se produjo en un partido histórico, memorable y que se resolvió con un postrero gol de Andrés Iniesta y una dedicatoria que hizo que miles de ojos se llenasen de lágrimas de emoción.
Este es, sin duda, el recuerdo que copa la mente de todos los españoles que lo vivieron, fuese desde donde fuese. Pero en ese encuentro pasaron muchas más cosas, dentro y fuera del estadio de Johanesburgo, que pudieron pasar desapercibidas.
Hubo un expulsado… pero no fue De Jong
La selección holandesa salió con ganas de repartir leña, y lo hizo desde el primer minuto. La patada de De Jong a Xabi Alonso es otra de las fotos que quedaron de aquel encuentro, pero este sólo vio amarilla por aquella infame coz. Howard Webb, árbitro de aquel encuentro, admitió después que debía haberle expulsado.